jueves, 26 de noviembre de 2009

"VISION MISTICA DE LA SANTA MISA"


Catalina Rivas es una vidente boliviana que tiene los estigmas de la Pasión del Señor. Ha sido examinado científicamente por el equipo que dirige el Dr. Ricardo Castañón, reconocido neuropsicólogo perteneciente al grupo internacional para la Paz. Lo que sigue son algunos extractos de la charla que ella ofreció en una oportunidad:.

"Un día dijo la Santísima Virgen, en ese aprendizaje, en ese caminar en que iba enseñándonos todo........"Quiero que sepas lo que es la Santa Misa, hoy va a ser un día de enseñanza, hoy vas a aprender muchas cosas y quiero que las digas a todos mis hijos...."

Vino la oración penitencial y dijo la Santísima Virgen: "Por favor ponte en la Presencia del Señor y pídele de todo corazón que te perdona todas tus culpas.... todas tus fallas.... que te haga merecedora de estar presente en esta Santa Misa. Has llegado en el último momento..... sin tener previa preparación. ¿Porqué tienen que llegar en el último momento de la Santa Misa?. Tienen que llegar unos momentos antes para ponerse en la presencia del Señor, pedir al Espíritu Santo que baje hasta ustedes que mande todo su Amor, que mande su Espíritu de paz para poder sacar el mayor provecho de la Santa Misa...

Vino la liturgia de la Palabra y dijo la Virgen María: "Atiende , por favor, escucha...... es un momento muy importante para ti.... la Palabra del Señor dice que su Palabra no vuelve a El sin haber dado frutos.....Entonces si tú pones atención durante todo el día estás atenta a algo o a todo lo que se dijo en la Lectura, y vas rumiando, vas paladeando es Palabra de Dios, a la larga o la corta va a dar frutos en ti, de modo que pon atención en esta parte".

Cuando vino el Ofertorio, de pronto la Virgen dijo: "¡Observa!...." Empezó a llenarse la Iglesia de gente, de seres hermosos, con una luz en sus rostros- a ver si puedo describirlo – estaban con albas blancas largas, unos seres altos hermosos....tenían rasgos femeninos de tan bellos, unos con el pelo largo , unos con el pelo corto, unos con cabellos lacios, otros con cabellos crespos, morenos, rubios, pero con rostros muy hermosos, muy, muy hermosos. Se pusieron en la fila del centro y empezaron a acercarse al Altar.... unos llevaban como una patena, algo que brillaba mucho....... se acercaban felices... otros tenían las manos caídas y no tenían nada en las manos y detrás iban otros cabizbajos, con las manos juntas en oración, pero muy tristes, como avergonzados" . -Dijo la Virgen:

"Son los ángeles de la guarda de cada uno de los que están aquí.....es el momento en que llevan sus ofrendas al Altar de Dios......para unirse con la ofrenda que hace el sacerdote del vino y del agua, del pan que después tendrá que convertirse en el Cuerpo y la Sangre del Señor."

Se convierte también vuestra ofrenda en una ofrenda de amor, porque ustedes en sí mismos no tienen ningún mérito, porque son creaturas miserables, pero vuestros ofrecimientos, vuestras peticiones, vuestras ofrendas a Dios Padre unidas al Sacrificio Redentor de Jesucristo, unidas a su Cuerpo en ese momento, de la Transubstanciación, tienen un valor inmenso ante Dios Padre.......solamente así se justifica vuestro paso por la tierra...por los méritos de Jesús".-

"Los ángeles que tienen las manos abajo son los de las personas que no tienen nada que pedir ni nada que ofrecer.....¡La Misa tiene un valor infinito! – ¡entiéndanlo bien!.....Ustedes no saben el valor que tiene una Misa!. Eso lo van a comprender el día que estén al otro lado."....¡Pidan por todo!....Pidan por ustedes, pero no sean egoístas, acuérdense de los pobres, de los necesitados, de los pecadores, de los políticos que no hay quien rece por ellos.....acuérdense de la gente que está sufriendo en las cárceles, lo enfermos.......pidan, pidan mucho, pero también ofrezcan!...Porque eso le agrada al Señor......Ofrézcanse a ustedes mismos..... eso es lo que más agrada al Señor! Ofrézcanse ustedes mismos para que El haga" Su Voluntad "en ustedes, para que pueda transformarlos, para que pueda hacerlos otros Cristos!

Los ángeles que van cabizbajos con las manos juntas avergonzados, son los ángeles de aquellas personas que, aún estando en la Misa, están con la mente en cualquier parte, no están atentos, entonces los ángeles sienten vergüenza, porque esas personas no debería ni siquiera estar allá....no solamente no participan en la Misa, sino que están avergonzando a sus ángeles, a su ángel de la guarda y están ofendiendo al Señor.

Momentos después vino La Consagración.. En el momento en que empezaba "el Santo" y toda la asamblea decía: ¡Santo, Santo, Santo es el Señor!.........de pronto desapareció todo lo que estaba detrás del sacerdote....paredes, techo, todo..... a la izquierda del sacerdote, hacia una esquina, en diagonal al sacerdote, partiendo de su brazo izquierdo, había una multitud de ángeles........ángeles niños y grandes, ángeles con alas, ángeles sin alas, seres bellísimos, en una cantidad infinita, que cantaban en diferentes coros la melodía más hermosa que se puedan imaginar. Todos repetían: ¡Santo, Santo, Santo es el Señor!, con las manos juntas mientras se posaban de rodillas.

"Del otro lado del sacerdote, de la derecha hacia atrás, había una multitud de seres.........eran los santos y los bienaventurados del cielo. La Virgen dijo que cuando uno ofrece la Misa y reza por sus difuntos y va nombrándolos mentalmente, el Señor concede la Gracia de quien pide por los suyos " en ese momento se hacen presente ellos". Y me dijo: "Pide por tu padre, por tu abuela, por los tuyos".... y yo podía ver a todos "ellos" allí. Todos ellos estaban encabezados por San José....estaban casi cerca del brazo del sacerdote.

"La Virgen Santísima estaba de rodillas, a la derecha del Altar, en una actitud de respeto, de veneración, de adoración, atenta, escuchando todo lo que decía el sacerdote, con las manos juntas, de rodillas, esperando el momento sublime de adorar a la Santísima Trinidad.

"El sacerdote expresó las palabras de la Consagración, y no escuché más su voz. De pronto fue la voz de Jesús. El mismo era quien iba repitiendo: "Tomad y comed........"

"Delante del Altar, en la parte de adelante, de pronto se encendió como un fuego, unas llamas muy brillantes, como rojo- dorado....yo no podía ver las caras de las personas. Eran sombras, sombras de gente, sombras grises con los brazos levantados hacia arriba. Y dijo la Virgen: " Son las almas del Purgatorio que están a la espera de una oración de ustedes para sacarlas de allá. Oren porque cuando ellas salen del Purgatorio, ellas oran por ustedes y los ayudan".

"En el momento de la Consagración, cuando el sacerdote levantaba la Hostia, de pronto su cara empezó a brillar mucho, mucho, hasta que se veía una sola luz fuerte como un farol....una luz blanca, pero blanda y dorada al mismo tiempo. Se fue transfigurando el cuerpo del sacerdote...era un sacerdote bajito, de pronto se fue convirtiendo en un hombre grande, porque Jesús es un hombre grande y hermoso.....Me di cuenta cuando El levantó la Hostia y vi las llagas....no era el sacerdote. Era Jesús que estaba allí en lugar de él. Era Jesús mismo y Su Cuerpo abrazaba, rodeaba el cuerpo del sacerdote. Y dijo la Virgen: "Nunca se fijen si el sacerdote es bueno o es malo............. si el sacerdote es como es, pecador, él tendrá que dar cuenta a Dios..... Uds. Fíjense en que las manos de un sacerdote son consagradas y que por lo tanto., no es el sacerdote....el sacerdote viene a ser otro Cristo, es la persona de Cristo verdaderamente".

"Cuando levantaba la Hostia, una luz muy brillante bajaba de la Hostia y era el mismo Jesús que se ponía en la Hostia. Cuando ustedes van a recibir la Hostia no solamente es Jesús.......van a recibir a la Santísima Trinidad.

"Cuando el sacerdote elevó el Cáliz, en ese momento hubo relámpagos, se oyeron truenos......era una oscuridad terrible. En ese momento vi a Jesús crucificado, con el rostro deformado, muy golpeado, sangrando.....en ese momento salía Sangre y Agua de Su Costado y caía al Cáliz, y caía y caía copiosamente sobre el Cáliz y no se derramaba. En el momento en que el sacerdote estaba haciendo la consagración del Cáliz, de esa luz grande se desprendió un ave, un pajarito, una cosa de luz que se posó en el hombro del sacerdote y en Jesús.

"Encima de Jesús crucificado había una luz muy brillante, muy grande............yo no podía ver la cara, pero veía las manos, unas manos abiertas así a los lados, como enseñándome:

"¡Ese es mi Hijo Amado......este es mi Hijo.....mira lo que están contemplando!"

"¡Me di cuenta que era Dios Padre, que eran las manos de El, y que la Santísima Trinidad estaba presente en ese momento!

"La Virgen me pidió que rezará por el sacerdote celebrante........en el momento en que se reza por la Iglesia, por el Papa, los Obispos, por el pueblo de Dios. En ese momento y en el momento que comulga el sacerdote, todos nosotros debemos pedir por él. Pedir mientras el sacerdote está comulgando: "Señor, santifícalo, perdónalo, ayúdalo, sálvalo, protégelo, bendícelo, ámalo........... ¡qué importante es pedir por él!

"La Santísima Virgen dijo: "Ustedes corren detrás de todas las apariciones, y no está mal....y van a los lugares donde Yo me aparezco....y no esta mal, porque reciben verdaderamente muchas gracias, pero ¡entiéndanlo bien! Estoy al alcance de todos, porque nunca estoy más presente en una aparición que en la Santa Misa!"-

"Por eso era que Ella me enseñaba su presencia allí....todo el tiempo, desde que empieza la Santa Misa hasta que termina, la Virgen está de rodillas en una actitud que conmueve.

"Luego vino el abrazo de paz y la preparación para la Comunión ......cuando iba a salir para comulgar Jesús dijo:

"Espera un momento y observa"- Una de las señoras que se había confesado en la mañana, se estaba acercando a recibir la Comunión.....yo la veía por detrás y en el momento en que el sacerdote ponía la Hostia en la boca de ella, una luz fuerte la atravesó ...salía por la espalda de ella, y de pronto, fue rodeándose en sus hombros y en su cara....y Jesús dijo:

-"Así es como Yo abrazo al corazón que viene a recibirme limpio de manchas, puro......"-

Alrededor de esa señora había una gran luz......en ese momento de la Comunión verdaderamente El nos abraza....¡Cuánto nos ama Dios!!!!!!!!!!!!

Delante de mí había una señora arrodillada.....De pronto el Señor me dijo: "¡Escucha!" (ella estaba con la boca cerrada, pero yo empecé a escuchar como si ella hablara......estaba escuchando su oración). Empezó con una letanía más o manos así: "Señor no aguanto más las borracheras de mi marido, que deje de beber, porque ya no soporto más.... haz algo Señor, él tiene que dejar de beber. Señor piensa en mi hijo...... no te olvides que mi hijo tiene que pasar el año, ya es la segunda vez que va a repetir y Tú no puedes permitirlo, Señor....tienes que ayudarlo......se acerca el pago del alquiler y me va a faltar el dinero, Señor, el colegio de los niños, y la luz, y empezó, pídele y pídele...... Y la vecina del lado de esta señora también así....se hizo un silencio.....el sacerdote dijo: "Oremos". Nos pusimos de pié y Jesús dijo con todo muy triste: "¿Te das cuenta? Ni una sola vez me ha dicho que me ama... ni una sola vez me ha agradecido el don que Yo le he hecho, de bajar, de dar mi Divinidad para que se una a su humanidad...."-

Yo pedí perdón...porque cuántas veces habré hecho yo lo mismo..... de pedir y no agradecerle y decirle cuánto lo amo, y cuánto necesito de El y cuánto bien me hace recibirlo.... Al Bienhechor le gusta recibir el agradecimiento de las personas por las que hace algo. Y Jesús es el mendigo del amor...El dice en uno de sus mensajes:

"Yo que soy Dios, soy el mendigo del amor....y lo único que les pido es que me amen....vengo a pedir su amor....vengo a buscar su amor".

En el momento de la Bendición, la Virgen volvió a tomar la palabra y dijo:

"Por favor pon atención en este momento, y haz la Señal de la Cruz en la forma debida.......esta puede ser la última bendición de tu vida. No hagan un garabato. Reciban con fervor y con respeto, con amor, la bendición que el sacerdote reparte en el Nombre de La Santísima Trinidad....."

Cuando salíamos Jesús dijo:

"Quédate un poco más......necesito decirte algo....ustedes organizan su vida de forma que tienen un día para cada cosa....para visitar a sus familiares, para visitar a sus amigos, programan sus vacaciones, su trabajo, pero cuál es el día en que, en familia, una vez al mes, aunque sea dicen: " hoy es el día en que vamos todos juntos a visitar a Jesús....y que vengan y permanezcan....no les pido más que media hora en mi Presencia.....y si no tienen nada que decirme, permanezcan callados....o pidan: "Jesús, te amo, quiero hacer Tu Voluntad........no es necesario que compongan oraciones.

¡¡¡¡¡DEJEN QUE YO LOS MIME, Y LOS LLENE DE TODO LO QUE QUIERO LLENARLOS!!!!!!!!!

Hasta aquí la enseñanza de la Santísima Virgen en lo que respecta a la maravilla de la Eucaristía conforme a la visión de Catalina Rivas........

.................A partir del 24 de Junio de 1981, Nuestra Señora aparece en Medjugorje, pequeña aldea del sur de la República de Bosnia-Herzegovina.

Desde allí La Reina de la Paz hace a la humanidad un llamado urgente de conversión , reconciliación y retorno a su Creador, como únicos medios para obtener la paz. Los instrumentos de este Llamado son seis jóvenes: Mirjana, Ivanka, Marija, Ivan y Jacov a quienes llama "mis ángeles" y con quienes dialoga en croata, su idioma materno. Estos ven a la Virgen como una persona real que los besa y abraza con el amor de una madre, (hecho que nos hace recordar como de la misma manera se aparecía a Catalina Labouré en el siglo XVIII ). Los jóvenes videntes han sido sometidos a toda clase de exámenes médicos y psiquiátricos con sofisticados aparatos de medición. Los numerosos médicos( algunos de ellos ateos) que llevaron a cabo las diferentes investigaciones, atestiguan estar ante un fenómeno extraordinario.

Bien, Nuestra Madre dice en cuanto a la Misa:

"-La Misa es la forma de oración más sublime

-Muchas personas van a Misa sin prepararse y sin acercarse a la Comunión; así la Misa les vale muy poco.

-Le recomiendo vivamente asistir a Misa, si es posible, todos los días.

-El momento más favorable para pedir las gracias, es el momento de la Consagración.

-No se puede agradecerle lo bastante a Dios por el inmenso regalo de la Eucaristía .

-Les pido una vez por semana la Adoración del Santísimo Sacramento.

"Que la Santa Misa sea el centro de vuestras vidas", mensaje del 25-4.88. "la Misa es la mejor forma de oración. Jesús os da sus gracias durante la Santa Misa", mensaje del 3-4-86.

"Yo estoy más cerca de vosotros en la Misa que durante las apariciones" ( a Jelena). "Adorad sin interrupción al Santísimo Sacramento del Altar. Estoy siempre presente cuando los fieles están en adoración. En ese momento se reciben gracias especiales", mensaje del 15-3-84.

"Los invito a ser responsables y decididos y a consagrar cada día a Dios en la oración. Que la Santa Misa, hijitos, no sea un hábito para ustedes, sino la Vida.

" Viviendo la Santa Misa cada día, sentirán necesidad de la santidad y crecerán en la santidad", mensaje del 25-1-98.

"Queridos hijos", deseo invitarlos a vivir la Santa Misa. Hay muchos entre ustedes que han descubierto la belleza de la Misa; otros no viene de buenas ganas.

" Lo he elegido, queridos hijos, Jesús les comunica sus Gracias durante la Misa

." Por eso vivan conscientemente la Santa Misa, asistan a ella con gozo. Acepten de ir con amor", mensaje del 3-4-86.

"Vengan a Misa, porque ese tiempo le es dado . Queridos hijos numerosos son los que van regularmente, a pesar del mal tiempo(en Medjugorje), porque me aman y quieren probarme su amor de una manera especial.

" Les pido mostrarme su amor viniendo a Misa, y el Señor los recompensará generosamente", mensaje del 21-Xl-85.

A través de Mirjana la Santísima Virgen dice:

-"Hijos míos, Yo estoy en las iglesias de todo el mundo y todos los sacerdotes, cuando están en el Altar, representan a Jesús y a través de ellos escuchamos lo que Jesús quiere de nosotros".

Ella quiere que cuando acaba la Santa Misa, sintamos deseos de otra Misa, no al cabo de 7 días. . Ella desea que todos los días vayamos a Misa

Ella sigue pediéndonos Oración constante , formar grupos de Oración en las Parroquias, sobretodo de jóvenes y amor a la Misa frecuente, hasta el día de hoy......

...

.............El Padre Harry Peterson, sacerdote norteamericano residente en Chile, nos aconseja: "Llevemos una vida espiritual bien cultivada, teniendo como base la Vida Sacramental, pues el Espíritu Santo- a quien recibimos con mayor plenitud en la Confirmación- nos mueve a vivir nuestro Bautismo, a asistir a la Eucaristía( la Santa Misa) en estado de Gracia y comulgar con fervor, y a reconciliarnos periódicamente."

¿POR QUÉ DEBO asistir a Misa todos los días?

-"La Misa es la manera más perfecta de hacer oración" (Papa Paulo Vl).

-"Por cada Misa que se asiste con devoción, nuestro Señor enviará a un santo a consolarnos en la hora de la muerte "(Revelación de Jesucristo a Santa Gertrudes la Mayor).

-El Padre Pío, sacerdote estigmatizado, ha dicho: "Sería más fácil la existencia del mundo sin el sol, que sin la Santa Misa"

-El Curé d´Ars San Juan Vianney afirmó: "Si conociéramos el valor de la Santa Misa, nos moriríamos de alegría"

-Un célebre doctor de la Iglesia llamado San Anselmo, ha declarado: "Una sola Misa ofrecida y oída en vida con devoción, por el bien propio, puede valer más que mil Misas celebradas por la misma intención, después de la muerte".

-San Leonardo de Puerto Mauricio apoya esta declaración, diciendo que: " una Misa antes de la muerte puede ser más provechosa, que muchas después de ella".

-"La celebración de la Misa sería más provechosa para los fieles si la procurarán en vida. Sería mucho mejor que el hecho de esperar hasta más tarde, y pedir entonces que se ofrezca por el eterno descanso del alma, después de la muerte " (El Papa Benedicto XV).

-En cierta ocasión Santa Teresa se sentía inundada de la bondad de Dios. Entonces le hizo esta pregunta a Nuestro Señor: "Señor mío, ¿Cómo os podré agradecer? Nuestro Señor le contestó: "ASISTID A UNA MISA".

-En cierta ocasión, la Santísima Virgen María,, habló a su fiel servidor, Alain, diciéndole: "Tanto ama mi Hijo a los que asisten al Santo Sacrificio de la Misa, que si fuera necesario, volvería a morir por ellos, tantas veces como cuantas Misas hayan oído".(Página 107 del último párrafo de "Explication Du Saint Sacrifice de la Mece" parle R. P..Martín Cochem Friere – Minneur Capucin).

Otro mensaje entregado por Nuestra Señora en Australia:

"Aunque el sacerdote que celebra la Misa esté en pecado, aún así, el es un Ministro de Dios y tiene el poder, dado por el Cielo, para convertir el pan y el vino, en mi Divino Hijo"

BENDICIONES DE LA SANTA MISA SEGÚN LAS ENSEÑANZAS

DE LOS SANTOS.

1.- " La Santa Misa da fuerzas al alma para batallar contra los enemigos. Perdona los pecados veniales. Mitiga el Aguijón de la carne y aumenta la castidad. Acrecienta el fervor de la caridad. Da valor para sufrir las cosas adversas y llena el alma de todas las virtudes.

2.-" El que oye devotamente la Santa Misa y está exento de pecado mortal, merece más que si hiciera una costosa y muy sacrificada peregrinación por todo el mundo y diese todos sus bienes a los pobres. (San Bernardo).

3.-" Si uno, cuando asiste o celebra la Santa Misa, reflexiona sobre su valor infinito y, en consecuencia, tiene formal intención de glorificar con Ella lo más posible a Dios, mediante el ofrecimiento del Sacrificio de Jesucristo, que es de mayor mérito que el de todos los mártires juntos, "Merece más que si ayunara a pan y agua todo un año y que si se azotara hasta derramar toda la sangre de sus venas y rezara trescientas veces el Salterio" (San Alberto Magno).

4.- "Es el sufragio más eficaz para los difuntos. A esto podemos agregar que el mayor número de almas son liberadas durante la Consagración en la Misa, que durante cualquier otro tiempo.

5.-" Más vale una Misa oída en vida, cuando todavía podemos con Ella aumentar enormemente nuestros méritos y la correspondiente gloria eterna, que mil Misas que a favor de la misma persona se le aplicaran – ya sin méritos propios - después de la muerte.

6.- "Más honra a Dios una sola Misa – sobre todo si en ella comulgamos con la expresa intención de amar, mediante Cristo, infinitamente al Altísimo, es decir, de vivir por Cristo como Cristo vive por el Padre – que todas las demás obras - no revalorizadas con la Eucaristía – por fervorosas que sean. (Beato p. La Combiere ).

7.-" Quien asiste devotamente a la Santa Misa alcanza grandes auxilios para no caer en pecado mortal, y si la oye entera cada día, no le faltará el alimento o sustento necesario para su cuerpo.(San Agustín).

8.- "El Santo Sacrificio de la Misa es, en cierto modo, "medicina para sanar enfermedades".(San Cipriano)

9.- "Si una mujer embarazada asiste a Misa, siempre y cuando ello le es posible, tomándose un poquito de molestia, como mayor se la tomó la Virgen al viajar a Belén, para dar a luz allí al Redentor, "podrá obtener grandes auxilios en los dolores de su parto". ( San Beda el venerable).

10.- "Todos los días en que uno oiga devotamente la Santa Misa podrá esperar fundadamente verse libre o preservado de "muy grandes males y peligros del alma y cuerpo",( San Gregorio).

El Señor reveló a Santa Matilde: " En verdad te digo que a quien devota y diligentemente asista a Misa, le enviaré para su consuelo y defensa y, para cortejo autorizado de su alma en la jornada, tantos nobles palaciegos de Mi Gloria entre Mis Santos, cuantas Misas tenga así oídas en la tierra."

ESTRUCTURA DE LA SANTA MISA.

La Santa misa reconoce en su estructura dos unidades básicas: La Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística.. Ellas son las dos parte esenciales de la Misa, la que se estructura de la siguiente manera:

o Rito de Entrada = Canto, Procesión de Entrada, Saludo

o Rito Penitencial = Acto penitencial, Kyrie, alabanza (Gloria), oración colecta.

o Liturgia de la Palabra:

o 1ª Lectura,; Antiguo Testamento.

o Salmo

o 2ª Lectura; Nuevo Testamento.

o Evangelio.

o Homilía.

o Credo.

o Oración Universal.

o Liturgia Eucarística:

o Ofertorio: se presenta el pan y el vino que se va a consagrar.

o Prefacio.

o Santo.

o Plegaria Eucarística.

o Consagración.

o Aclamación.

o Memorial.

o Rito de la Comunión:

o Padre Nuestro

o Oración.

o Proclamación.

o Saludo de la Paz.

o Fracción del Pan: se canta el "Cordero de Dios".......

o Comunión.

o Rito de Conclusión:

o Oración de agradecimiento.

o Bendición Final y Envío.

o Canto final: normalmente un canto a la Santísima Virgen.........

--LA MISA PUEDE DECIRSE QUE ES UN PERFECTO DIALOGO CON DIOS: pedimos perdón: y Dios nos responde con la Palabra; ofrecemos el pan y el vino, y Dios nos responde consagrándolo; oramos al Padre ("Padre Nuestro") y Dios nos responde con la Comunión; agradecemos al final, y Dios nos envía a da testimonio.--

Los principales fines del Sacrificio de la Misa son cuatro:

-La perfecta adoración y la alabanza de Dios.

-La acción de gracias por los incontables beneficios que recibimos de la Divinidad.

-La expiación por todos los pecados del mundo.

-La petición del favor Divino.....

...................Debemos tener muy claro que la Santa Misa es una Unidad, de modo que la participación en Ella debe ser de principio a fin.

No se debe llegar atrasado, pues nos perdemos todo el Rito Inicial y el Acto Penitencial (algunas veces incluso la Palabra); ni debemos retirarnos hasta después de la bendición final. Por otra parte, la Misa no se "oye", ni se "asiste" a ella, en la Misa se participa, es decir en ella oramos, cantamos, podemos opinar cuando el sacerdote lo solicita durante la homilía, etc. la Misa es una celebración de todos y, en consecuencia debemos participar en Ella .

A la celebración de la Misa se debe acudir con vestimenta apropiada a la fiesta que vamos a celebrar y con el debido respeto hacia el "Dueño de la Casa," que es el Señor. Es decir la ropa debe ser sobria, sin estridencias ni muy escotadas. Es recomendable no usar minifaldas, ni pantaloncitos cortos, ni bermudas(o short) y camiseta, en fin.....siempre debe tenerse presente ciertas normas especiales de respeto hacia el "Dueño de Casa".

La Santa Misa se celebra siguiendo una estructura fundamental que se ha conservado a través de los siglos y que es única para todo el mundo – de modo que todas las Misas que se celebran en un mismo día en cualquier lugar de la Tierra, son esencialmente idénticas y comprende la estructura de lo que hemos expuesto anteriormente.

COMO SE DEBE OIR LA SANTA MISA

Si queremos asistir a la Santa Misa para satisfacer nuestro deber y gozar de sus preciosos frutos debemos asistir según enseña el Catecismo con la modestia del cuerpo y la devoción del corazón. Obran pues mal los que en la Misa hablan, ríen tratan de sus preocupaciones, miran a todos lados, hacen señas y ni siquiera en la Elevación se acuerdan que están en la Presencia de Dios.

Faltan también los que están en postura indecorosa, duermen, no rezan, ni piensan humillarse delante de Dios. ¡No se comportan así los soldados ante sus Jefes!..¿En dónde está la fe de éstos?.

Napoleón, un día asistiendo a la Santa Misa, reparó que uno de sus oficiales se quedaba de pie durante la Elevación: se le acercó y dándole un puñetazo en la espalda, le dijo: "Híncate delante de tu Dios, como lo hace tu emperador!. Ante Jesucristo, tú y yo somos menos que polvo".....

He aquí un hombre verdaderamente grande que nos enseña el respeto y devoción con que debemos oír la Santa Misa. Procuremos avivar nuestra fe y pensemos que durante la Santa Misa, estamos realmente en presencia de Jesús, nuestro Rey y nuestro Dios.

San Juan Crisóstomo nos asegura que centenares de ángeles rodean el Altar mientras se celebra la Santa Misa y él mismo les vió varias veces que se quedaban silenciosos inclinados y extasiados ante el adorable Sacramento......

¿No debería ser éste nuestro comportamiento en la Santa Misa?.

Debemos además acordarnos que el tiempo de la Santa Misa es el más propicio para pedir a Dios las gracias que necesitamos.

Dice Sto. Tomás de Aquino que durante la Misa los Angeles Custodios presentan a Jesús nuestras plegarias y Jesús las acepta y escucha. Este Santo vió en efecto, una procesión de espíritus celestiales, quienes durante el Santo Sacrificio iban y volvían de la Iglesia, al Altar y del Altar a la Iglesia. Maravillado y deseoso de saber el porqué de aquello, suspende sus oraciones y le pregunta el motivo de lo que hacían. – "¿Porqué te sorprendes? - le contestaron," nosotros somos los Angeles Custodios de los fieles que asisten a Misa. Recibimos sus plegarias, las presentamos a Jesús y las devolvemos a cada uno trocadas en favores"......

....................Estando en la Iglesia, no permanezcamos mudos, sino oremos por nosotros y por los que se encomiendan a nuestras oraciones.: Oremos por el Papa, por los Obispos , por los Sacerdotes y por todos los cristianos.- Los padres oren por sus hijos, los hijos por sus padres y superiores . Oremos mucho por los pobres pecadores, pidamos, pidamos, pidamos mucho al Señor con viva fe cuanto más pidamos y mayor sea la devoción, más abundantes serán las Gracias, aún temporales. No olvidemos a las almas benditas del Purgatorio.

Quejóse un día uno de estos cristianos que nunca rezan, a un santo religioso, de que Dios no le otorgaba lo que le pedía, más el religioso dióle esta lección diciéndole:" tome este canasto y tráigame agua"-Perdóneme padre ud. se burla de mí ¿cómo quiere que le traiga agua en un canasto?..¿ Y cómo quieren que el Señor- contestóle el religioso, - les conceda las gracias si no las piden?."

Cuando vayamos a la iglesia hagamos como cuando vamos a traer agua, no llevemos un canasto o sea la mente distraída e indiferente, sino una tinaja, o sea gran piedad y devoción, porque nuestra oración tendrá más o menos valor, según el mayor o menor fervor con que la oigamos (Extracto: "Haced esto en memoria mía.-Monseñor Jorge Medina Estévez).

Podemos agregar a este texto y testimonio lo siguiente:

También se debe tener presente el respeto en la actitud que se debe tener durante la celebración de la Santa Misa: El centro de atención debe ser el Altar o el Ambón, según corresponda el momento de la Misa, debe evitarse el cuchicheo o el darse vuelta para curiosear o ubicar a los conocidos, y menos el ir de un lado a otro para saludar a los conocidos en el momento de la Paz..... en este acto litúrgico se debe entregar el saludo a quienes están alrededor de uno, a los costados, atrás o adelante, sin importar si es conocido nuestro o no.....transformando momentáneamente la celebración en un verdadero paseo, donde se pierde todo respeto por el Dueño de Casa, Nuestro Señor.. De la misma manera, la participación en las oraciones y cantos es esencial para "vivir" realmente la ceremonia que se está celebrando.

Tampoco es conveniente acudir al Confesionario durante el desarrollo de la Misa, pues el tiempo dedicado a este Sacramento es tiempo en que se está ausente de la Celebración Eucarística (no se puede estar en dos lugares y participar en dos actos a la vez.)........

.................Quiero, a propósito de la Real Presencia de Jesús en la Eucaristía, recordar que en algún lugar del mundo, un sacerdote incrédulo de la verdadera Presencia de Jesucristo en la Hostia, tuvo una experiencia maravillosa que le entregó el Señor: al alzar la Hostia, ésta se convirtió visualmente en un trozo de carne(miocardio). ¡Todos los presentes lo vieron, ante la impresión del sacerdote!

.En ese Divino Gesto, el Señor le mostró que ES, verdaderamente Su Cuerpo y Su Sangre que se encuentran allí, en el momento de la Transubstanciación.

Se conserva aún el trozo de Miocardio (comprobado por médicos) como reliquia, y el Señor, a través del incrédulo sacerdote, nos mostró a todos su Real Presencia en Cuerpo y Alma........

..................No podemos terminar esta" catequesis" sobre Nuestro Sagrado Sacramento Eucarístico sin citar a "nuestro" Antonio María Zaccaría, el más joven de los santos fundadores de órdenes religiosas, y, además en el cielo, el más joven de los santos licenciados....... Qué dice él:

"La Eucaristía es el "Crucifijo Vivo". "Crucifijo y Eucaristía son inseparables

. El Altar es un verdadero Calvario...Jesús presente en la Hostia Santa es el Jesús inmolado en la Cruz"

La Eucaristía entonces (siglo XVI ), estaba cerrada en las Sacristías, lejos de las miradas de todos, sola, en el olvido y en el abandono.......sólo un atrevido, un revolucionario, un "loco" por Cristo, podía derribar esta barrera de aislamiento......Ese loco ha sido Antonio María Zaccaría, "El santo de la Eucaristía" (Pío XII ).

No más cortinas ni custodias, sino la Hostia Santa visible, sobre el Altar, entre esplendores de luces y fragancia de flores...........Es el iniciador de "las 40 Horas", nueva Expresión Universal de piedad cristiana, apoyada y favorecida por la Iglesia.

En tiempo en que aún los más fervientes raramente comulgaban, propugnó la Comunión frecuente. Y, elegancia de la Providencia, se logró descubrir su sepulcro, en la cripta de la Iglesia de San Pablo, en Milán, el 28-5-1891, exactamente cuando en el Altar Mayor, se daba comienzo a la solemne exposición de las "40 horas".

En Valencia y en otras ciudades, sigue habiendo exposición ininterrumpida a lo largo de todo el año. Nuestro cristianismo, sin fe en la "Presencia Eucarística de Jesús", corre el riesgo de volverse un enigma desolado y desolante. ( de la biografía de A. Ma. Zaccaría ,escrita por le Padre Luis Origlia, Barnabita).......

..........................En su autobiografía, el mismo Ignacio de Loyola, estando en Manresa (España), declara: "Estando en este pueblo, en la Iglesia de dicho Monasterio oyendo Misa un día, y alzándose el "Corpus Domini " ( o sea, la Hostia Consagrada), vi con los ojos interiores unos como rayos blancos que venían de arriba; y aunque esto, después de tanto tiempo no lo puedo bien explicar, sin embargo lo que vi con el entendimiento, claramente, fue como estaba en aquel Santísimo Sacramento, Jesucristo, Nuestro Señor."...............

......................... De la misma manera, no podemos dejar de observar la meditación del Padre Hurtado sobre la Sagrada Eucaristía, la cuál fue el Centro en su vida......." Con el Sacrificio de Cristo nace una nueva raza, raza que será Cristo en la tierra hasta el fin del mundo. Los hombres que reciben a Cristo se transforman en El. " Ya no vivo yo, Cristo vive en mí ", decía San Pablo ( Gál. 2,20), y vive en mi hermano que comulga junto a mí, y vive en todos los que participamos de El.

" Formamos todos un solo Cristo. Vivimos su vida, realizamos su Misión Divina

. Somos una nueva humanidad, humanidad en Cristo. Estrechamente unidos más que por la sangre de familia, por la Sangre de Cristo formamos el Cuerpo Místico de Cristo, y en Cristo y por Cristo y para Cristo, vivimos en este mundo.

"De aquí nuestro profundo optimismo, nuestro sentido de triunfadores, pues en Cristo hemos iniciado la victoria que iremos completando cada uno de nosotros y será perfecta al final de los tiempos.

" La Eucaristía es el centro de la vida cristiana. Por Ella tenemos la Iglesia y por la Iglesia llegamos a Dios.

" Cada hombre se salvará no por sí mismo, no por sus propios méritos, sino por la sociedad en la que vive, por la Iglesia, fuente de todos sus bienes. ¡ Qué débil aparece el socialismo y el comunismo frente a esta visión tan estupenda de la unidad cristiana!"

" Por la Eucaristía- Sacramento, descienden sobre los fieles todas las gracias de la encarnación redentora; por la Eucaristía-Sacrificio, sube hasta la Santísima Trinidad todo el culto de la Iglesia militante. Sin la Eucaristía, la Iglesia de la tierra estaría sin Cristo....

" Por la Eucaristía, esta Tierra de la Encarnación se hizo el centro del mundo

". Por "Ella" el Hijo permanecerá entre nosotros no por unos cuantos años fugitivos, sino para siempre.

" Mediante la Eucaristía, Cristo permanece siempre presente en medio de su Pueblo.

" A la vista de la Creación Dios piensa siempre en su Hijo.

" Dios no ve al mundo sino a través de Cristo.

" La Eucaristía es el medio para unirnos a El, es la colocación a nuestro alcance de todos los beneficios de la encarnación redentora.

"Toda la obra de Cristo se perpetúa en el mundo por la Hostia; mediante Ella desciende la vida a las almas y eleva las almas hasta Dios.

" La Comunión realiza este descenso de la Trinidad hasta los hombres por Cristo

. " El sacrificio de la Misa eleva los hombres identificados con el Hijo, hasta el seno del Padre.

" La Presencia Real, la razón, los sentidos, nada ven en la Eucaristía, sino pan y vino, pero la FE, nos garantiza la infalible certeza de la revelación divina: las Palabras de Jesús son claras: "Este es mi Cuerpo, esta es mi Sangre" y la Iglesia las entiende la pie de la letra y no como puros símbolos.

" Con toda nuestra mente, con todas nuestras fuerzas creemos los católicos, que "el Cuerpo y la Sangre y la Divinidad del Verbo Encarnado" está real y verdaderamente presentes en el altar en virtud de la Omnipotencia de Dios. El cuerpo y el alma de Cristo, permanecen inseparablemente unidos a la persona del Verbo, el cual nos trae al Padre y al Espíritu, en la indivisible unión de la Trinidad.

"Todo el Misterio del Verbo Encarnado está contenido en la Hostia, con los encantos inefables de la humanidad y la infinita Grandeza de la Divinidad, una y otra veladas.

" El Cristo Eucarístico se identifica con el Cristo de la historia y de la eternidad. No hay dos Cristos sino uno solo. Nosotros poseemos en la Hostia al Cristo del" sermón de la montaña", al Cristo de la Magdalena, al que descansa junto la pozo de Jacob con la Samaritana, al Cristo del Tabor y de Getsemaní, al Cristo resucitado de entre los muertos y sentado a la diestra del Padre.

" No es un –Cristo el que posee la Iglesia de la Tierra y Otro el que contemplan los bienaventurados en el Cielo: ¡UNA SOLA IGLESIA ,UN SOLO CRISTO!

¡Que bien expresa esta doctrina al Ave Verum!:

"Te saludo , Verdadero Cuerpo nacido de María Virgen,

que verdaderamente ha sufrido

y ha sido inmolado en la Cruz por el hombre.

Cuyo costado traspasado manó Sangre y Agua.

Haz que te gustemos

En la prueba de la muerte.

¡OH dulce Jesús!

¡OH Jesús lleno de bondad!

¡OH Jesús Hijo de María!. Amén."

Con esta hermosa alabanza dejamos esta profunda meditación de nuestro santo P. Alberto Hurtado sobre la Eucaristía......

, Al finalizar este documento no me queda sino que, dar gracias a la Trinidad Sacrosanta, Jesús y a la" Madre", por haber hecho llegar a esta servidora, a través de los años, todo el material que he podido exponer en este Documento, y a través de él doy gracias a Dios por dejarnos la Maravilla de este Sacramento, que nos santifica, nos libera, nos sana y entrega Gracias Divinas: un paso al Paraíso.......

Me quedo con el pensamiento y las palabras de ese gran Santo estigmatizado de la Iglesia, Padre Pío de la Pietrelcina, y a continuación, podrán gozar de una hermosa Oración a "JESÚS EUCARISTICO".

¡¡"SI LOS HOMBRES CONOCIERAN EL VALOR DE LA SANTA MISA, LA POLICIA TENDRÍA QUE ESTAR SIEMPRE EN LAS PUERTAS DE LAS IGLESIAS PARA MANTENER EL ORDEN POR LA GRAN CANTIDAD DE GENTE QUE ASISTIRIA"!!!!!

¡QUE DIOS LES BENDIGA!

PLEGARIA A JESÚS EUCARISTÍA

1.- Padre Dios, creemos que eres Creador de todas las cosas

y que nos haz hecho cercano en el Rostro de tu Hijo

concebido de María Virgen por obra del Espíritu Santo,

para se nuestra condición y garantía de vida eterna.

2.-Creemos Padre providente,

que por la fuerza de tu Espíritu, el pan y el vino

se transforman en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo

flor de harina que aligera el hambre del camino.

3.- Creemos Señor Jesús, que tu Encarnación

se prolonga en la simiente de tu Cuerpo Eucaristía

para dar de comer a los hambrientos de luz y de verdad

de amor y de perdón, de gracia y salvación.

4.- Creemos que en la Eucaristía te prolongas en la historia,

para alimentar la debilidad del peregrino

y el sueño del que anhela dar fruto en su trabajo.

Sabemos que en Belén, "la casa del Pan"

El Padre Eterno preparó en el vientre de Maria Virgen,

el pan que ofrece a los hambrientos de infinito.

5.-Creemos , Jesús Eucaristía, que estás real y verdaderamente

presente en el pan y el vino consagrados,

prolongando tu presencia salvadora

y ofreciendo a tus ovejas pastos abundantes y aguas claras.

6.-Creemos que los ojos se engañan al ver pan

y nuestra lengua se equivoca al probar vino,

porque estás Tú todo entero,

ofrecido en sacrificio y dando vida al mundo

de paraíso siempre hambriento.

7.- Aquella noche en el Cenáculo

al tomar, Señor, el pan y el vino entre tus manos,

estabas ofreciéndolos a todos,

por lo años y siglos infinitos.

8.- Contigo, Cordero de la Alianza,

se elevan en cada altar donde te ofreces al Padre,

los frutos de la tierra y del trabajo del hombre,

la vida del creyente, la duda del que busca

la sonrisa de los niños, los proyectos de los jóvenes

el dolor de los que sufren

y la ofrenda del que da y se da a sus hermanos.

9.- Creemos, Señor Jesús, que tu bondad ha preparado

una mesa para el grande y el pequeño,

y que en tu mesa hermanos, nos hacemos

hasta dar la vida unos por otros

como Tú lo hiciste por nosotros.

10.- Creemos, Jesús, que sobre el altar de tu sacrificio,

recuperamos la fuerza de una débil carne,

que no responde siempre a los anhelos del espíritu,

pero que Tú transformará a imagen de tu Cuerpo.

11.- Creemos que en la mesa preparada para todos,

siempre habrá un lugar para el que busca,

un espacio para el marginado de la vida,

superando los signos de la muerte

inaugurando los cielos nuevos y la tierra nueva.

12.- Creemos, Jesús, que no has dejado a tus hermanos solos,

permaneces discreto en el sagrario de la conciencia

y en el pan y el vino de tu mesa

como luz y fuerza del débil peregrino.

13.- Creemos, en fin, que en los inicios del Tercer Milenio

te haces compañero en el camino.

"Remar mar adentro" es la consigna

en este momento de tu Iglesia

para construír llenos de esperanza,

una nueva etapa de la historia.

14.- Gracias, Jesús Eucaristía, por impulsarnos

a una nueva evangelización por Ti fortalecida.

Que tu Madre acompañe a los que aceptan

Vivir y anunciar tu Palabra,

Y que su intercesión haga fecunda tu semilla.

AMEN.

-O-

BIBLIOGRAFIA

CITAS POR ORDEN DE APARICION:

Evangelio San Lucas 22,14-20

San Hipólito

San Pablo, Col 15, 35-37

San Irineo de Lyon

San Juan Damasceno

Concilio de Trento, 1638

Vaticano II, Liturgia 47 y 48

Profesor J. Cuadrupani, Fundación

De la Virgen de la Gleva, Barcelona, España.

Revista Informativa, "Esperanza de Medjugorje".

Padre Manuel Hernández,CODI, Gran Canaria, España.

Don Gabriel Amorth(Medjugorje, Turín).

Padre Pío, biografía escritor padre Ramón Ricciardi.

Plan Pastoral año 2000, año Jubileo.

Padre Stanislao, Luxemburgo.

Papa Eugenio III

San Alfonso María Ligorio

Nancy Fowler, vidente U.S.A.

Juan Vianney, Santo Cura de Ars.

Manual Oficial "Legión de María".

Fresia Castro, periodista, escritora, "El cielo está abierto"

San Pío X, decreto del 3 de Junio, 1905.

De la Taille, "El Misterio de la Fe"

Evangelio de San Juan 6, 52-60 y 9, 25

Padre Stefano Gobbi," A los sacerdotes, hijos predilectos de la Santísima Virgen"

Tesniere,"Nuestra Señora del Santísimo Sacramento"

Cap.VI Encíclica "La Eucaristía"

Padre Ernesto Postijo S. J., "María, Mujer Eucarística"

Catalina Rivas, vidente , Bolivia.

Mirjana, Ivanka, Marija, Ivan y Jacov, videntes de Medjugorje,

Yugoeslavia, desde 1981 a la fecha.

Padre Harry Peterson

Papa Paulo VI

Santa Gertrudes la Mayor

San Anselmo

San Leonardo de Puerto Mauricio

Santa Teresa de Avila

R. Padre Martín Cochem Friere " Explicación del Santo Sacrificio de la Misa".

"Piedrecita", vidente de Australia.

San Bernardo.

San Alberto Magno

Beato P. La Combiere

San Agustín

San Cipriano

San Beda, el Venerable

San Gregorio

Santa Matilde

Napoleón Bonaparte

Monseñor Jorge Medina Estévez,"Haced esto en memoria mía"

Santo Tomás de Aquino.

San Antonio Ma. Zaccaría.

San Ignacio de Loyola

Padre Alberto Hurtado.

Autora: Alicia Marfull S.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

San Carlos Borromeo


Nació el día 1.° de octubre de 1538, en el castillo paterno de los Borromeos, situado en las orillas del Lago Mayor (Norte de Italia). Sus padres se llamaban Gilberto y Margarita, ésta de la ilustre casa de los Médicis. Estudió las Humanidades en Milán y obtuvo el doctorado, en Derecho, en Pavía. Desde 1559 fue Cardenal y Secretario de Estado del Papa Pío IV, su tío materno. En el mismo año de la muerte del Papa (1565) se encarga del gobierno de la Diócesis de Milán, para la que mucho antes había sido nombrado. Falleció en los primeros días de noviembre de 1584, a la edad de cuarenta y seis años, después de un fecundo y admirable pontificado efectivo de diecinueve. — Fiesta: 4 de noviembre. Misa propia.

Cuando no había terminado aún Carlos Borromeo sus estudios, orientados todos hacia la vida eclesiástica, murió su padre, dándole ocasión de lucir su maduro talento en los problemas de la sucesión y testamentaria. No había cumplido aún veinte años, y tuvo que encargarse del gobierno de la familia y la administración de la hacienda, una larga temporada. Y ciertamente sacó ambas a flote, acreditándose de firme organizador y gran carácter. Durante este tiempo fue elegido Papa el Cardenal Juan Ángel de Médicis, quien a poco le llamó a su lado, conocedor de sus altas cualidades y disposiciones.

Jamás el nepotismo —asaz censurado en algunos Pontífices, no siempre justamente—, había tenido un acierto semejante. Carlos Borromeo había de ser el ojo derecho de Pío IV (como le llamaban en Roma), pero también su brazo fiel, de insuperable eficiencia. Pronto pudo verse que el joven Secretario de Estado poseía un claro juicio y un agudo talento; una tenacidad y capacidad de trabajo que le permitían, por ejemplo, considerar todos los aspectos de un asunto importante durante seis horas seguidas, sin fatigarse. Y, sobre todo, admírase su conjunto de virtudes, que más tarde se desplegaron en perfección integral y fulgente.

Su profesor de Derecho, Francisco Alciato, había dicho, en el momento de darle la borla de Doctor: «Carlos hará grandes cosas y brillará como una estrella en la Iglesia». No se equivocó.

Ya en esta primera etapa de su actuación como dirigente público, aparece ante el mundo católico como un astro de primera magnitud. Entregóse a los asuntos de su cargo con energía prodigiosa. Uno de sus ayudantes escribe que apenas le quedaba tiempo para comer y dormir lo suficiente.

Él mismo confesaba que conservaba su salud, «a pesar de sus infinitos trabajos», y le dolía tener que reservar cinco o seis horas para el sueño.

Diariamente despachaba durante tres horas con el Pontífice; extractaba y redactaba diversos y delicados escritos; transmitía órdenes a nuncios y legados; asistía a reuniones de Cardenales; se ocupaba muy complejamente de problemas de envergadura internacional.

Austero de palabras, dotado de una envidiable sangre fría y de un espíritu metódico admirable, inaccesible a la lisonja y a la intriga, ejercía en torno suyo un influjo decisivo en todos los problemas.

Consciente de la responsabilidad de sus altas funciones, no quiso contentarse con la cultura de tipo universitario que poseía; la densificó y perfeccionó, guiado por los mejores teólogos y por los humanistas más distinguidos.

Hijo del Renacimiento, amaba las artes, cultivaba la música .y tocaba el violonchelo, favorecía con su amistad a Palestrina, jugaba al ajedrez, a la pelota, y era muy aficionado a la caza. No era todavía por estos tiempos el severo asceta que a todos admirará más adelante. Sin embargo, nada reprobable podía reprocharse a su conducta. «Es de una vida inocentísima —escribía un embajador—, tanto, que a juzgar por lo que sabe, puede decirse que está libre de toda mancha”.

Cierto es que en su casa se acogía muy confortablemente a cuantos la frecuentaban, pero éstos eran tan sólo varones dignos de toda consideración y entregados a la alta cultura. «La casa del Cardenal Borromeo —decía un contemporáneo— es el lugar donde se encuentran los hombres más doctos y distinguidos de Roma. Él mismo, en la flor de la juventud, en el apogeo de su poder, no piensa sino en poner sus conocimientos a la altura de sus dignidades”.

En esta época fue cuando leyó a los filósofos y políticos de la Antigüedad que, según él solía decir, le sirvieron maravillosamente para regular sus actuaciones. Con el fin de ampliar lo más posible su formación literaria, organizó unas veladas, que se hicieron famosas con el nombre de «Noches Vaticanas», por lo selecto de cuantos tomaban parte en ellas.

Nada malo había —hemos dicho— en esa conducta; más bien resultaba ella de una elevada ejemplaridad para los eclesiásticos y seglares de la época. Pero no tuvo límites el asombro de todos, cuando vieron al joven Cardenal despojarse repentinamente de todo lo que pudiera significar ostentación o pompa terrena.

La muerte de su hermano único, Federico, fue el suceso providencial que lo emplazó en la ruta de la más acrisolada santidad. En él había visto vinculado, lo mismo que el Pontífice, el porvenir de su linaje. «Este suceso —escribía a los pocos días— me ha hecho comprender toda nuestra miseria y la verdadera felicidad de la gloria eterna”. Y entonces fue cuando determinó pedir el presbiterado, que aún no había recibido. Ordenóse, en efecto, de sacerdote en 1563.

Desde el año 1542, el Papa Paulo III había convocado un Concilio Ecuménico para defender la fe católica contra las negaciones protestantes, y promover en la Iglesia la reforma deseada por todos.

Escogióse para la universal asamblea la pequeña ciudad de Trento, situada en una de las estribaciones menos elevadas de los Alpes, dentro de Italia, pero muy accesible por el lado de

Alemania. Se inauguró el Concilio a fines de 1545; pero varias veces, sobre todo durante dos largos intervalos, tuvo que interrumpir sus tareas. Una de las más felices inspiraciones de Pío IV, consistió en reanudarlas, en 1561. Ello significó un enorme aumento de trabajo para el Cardenal Secretario, el cual, sin salir de Roma, puede decirse que fue desde entonces el alma de aquella ultima etapa del Tridentino. Estaba en continuo contacto con los legados pontificios, deshacía las dificultades que sin cesar surgían, intervenía en las cuestiones más arduas, suministraba las cosas necesarias para el sustento de los prelados, fue el intermediario constante entre el Concilio y la autoridad papal...

Por fin, el 4 de diciembre de 1563, cuatro legados del Papa, tres patriarcas, veinticinco arzobispos y ciento sesenta obispos, dieron por concluidas las jornadas conciliares y firmaron los decretos, que aprobó el Pontífice el 26 de enero de 1564. Todavía cayó sobre el Cardenal Borromeo el duro cuidado de dirigir la ejecución de lo acordado en las deliberaciones: la publicación del Catecismo para los párrocos, la revisión de la versión latina de la Biblia, llamada Vulgata, del Misal y del Breviario, la puesta en práctica de las más urgentes innovaciones canónicas. Muy pronto y para casi dos decenios, será, como Arzobispo de Milán, el más fervoroso adalid de la reforma tridentina.

Pío IV fallece al declinar el año 1565,y le sucede San Pío V. La Diócesis milanesa deja de ser administrada vicariamente y se hace cargo de ella su electo Prelado, el Secretario de Estado del pontificado fenecido.

Nuestro Santo entra en una nueva etapa de su vida. Su primera diligencia, al llegar, fue reunir en Concilio a los obispos de la provincia eclesiástica, para urgir la implantación de las disposiciones elaboradas en Trento. Habituado a la centralización romana, organiza en su vasta jurisdicción diocesana una red de visitadores que le tienen al corriente del estado de las parroquias. Y no se contenta con esto. Las recorre todas tres veces en visita pastoral, durante su gobierno, imponiéndose a menudo graves fatigas y ascensiones alpinas.

Predica en los pueblos más modestos, reúne a los sacerdotes, les aconseja y anima. Aparte de ello, celebra varios sínodos diocesanos, de poderosa irradiación. Funda Seminarios, para la formación de un culto y piadoso clero secular; el programa tridentino se va aplicando sin desfallecimiento. En ello ayudan al santo Prelado sus propios clérigos, los jesuitas y religiosos de otras órdenes y Congregaciones de fundación reciente teatinos, barnabitas, oratorianos, creados estos últimos por San Felipe Neri, entrañable amigo suyo...

No faltan díscolos que resisten a sus mandatos: uno de ellos, infeliz miembro de la llamada orden de los humillados, penetra en la capilla del Arzobispo, mientras éste estaba rezando, y le dispara un tiro de arcabuz, hiriéndole levemente. El suceso tan sólo sirvió para que aumentase la popularidad del Santo, en el cual todos los buenos veían encarnado el ideal perfecto del Obispo ejemplar.

Dicha popularidad llegó a la cumbre cuando, en la primavera de 1576, se extendió una peste maligna por la ciudad y comarca de Milán.

En medio del terror general y mientras los pudientes, incluso las autoridades, abandonan la población, el Arzobispo permanece en ella, organizando heroicamente los servicios de higiene y las atenciones espirituales asistiendo personalmente a los apestados, invitando a la oración y a la penitencia, promulgando indulgencias, formando juntas de socorro, montando hospitales y lazaretos, recorriendo las calles para dar aliento a todos, confesando, y no pocas veces dando la salud con sólo mirar a las víctimas.

Reparte, además, cuantiosas limosnas y acoge en su modesto palacio a multitud de desamparados. Para alimentarlos y vestirlos tuvo que vender muebles, cálices y ropas.

Cuando contaba solamente veintisiete años de edad, en la Ciudad Eterna, ya decía del Cardenal Borromeo un cronista veneciano: «Es enfermizo porque se ha debilitado con los estudios, ayunos, vigilias y penitencias». Ahora su santidad es completa. Su espíritu se entrega de continuo a la más alta contemplación, está siempre con Dios. Su sueño no se prolonga más de cuatro o cinco horas. De la comida, con frecuencia no se acuerda, abrumado por las ocupaciones; y en la última temporada de su vida, no tomaba más que pan, legumbres y agua.

Vivía como un pobre, caminaba siempre a pie por la ciudad, y no hay que decir que sus mortificaciones fueron cada vez más acerbas. Decía él que el trabajo y la penitencia le resultaban saludables; pero en realidad, le extenuaban.

Respecto al trabajo, hay que consignar que llegó a extremos inauditos. Pasaba largas horas estudiando y escribiendo, siempre de pie, de día y de noche. Se conservan muchos esquemas de sus sermones y muchas de sus cartas. Y además de esa labor oculta, no desmayó jamás en los ministerios pastorales, ejercitados con actividad prodigiosa.

La muerte no le sorprendió. Muy joven era todavía, pero advertía claramente la realidad de su endeblez física. En 1576 había hecho su testamento. En otoño del 1584 quiso prepararse al último trance practicando los Ejercicios de San Ignacio, en Monte Varallo (cerca de su pueblo natal), bajo la dirección de su propio confesor.

Cuando regresó a Milán, la fiebre le estaba consumiendo. Falleció el día 3 de noviembre, pronunciando estas palabras «Heme aquí, Señor».

La noticia causó inmenso dolor en todos los sectores de la ciudad y un sentimiento de estupor en el mundo católico, que se cambiaron en gozo y alborozo cuando, veintiséis años más tarde, Carlos Borromeo fue canonizado por Paulo V. Su cuerpo es venerado en la Catedral milanesa.

domingo, 9 de agosto de 2009

Sagrada Familia


Como para todas las cosas buenas,Dios nos pone un modelo a imitar; la Sagrada Familia es el modelo de familia cristiana.
No es un modelo por la cantidad de integrantes,sino por la manera de actuar de cada uno de ellos desde el rol que les corresponde.


San José:


Es el jefe de la familia y actúa siempre como Dios le manda,muchas veces sin comprender el por qué de lo que Dios le pide,pero teniendo fe en Él.


Cuando se entera que María estaba embarazada piensa en abandonarla porque la quería mucho y no deseaba denunciarla publicamente (como era la costumbre de la época),pero el Ángel de Dios se le apareció en sueños y le dijo que lo que había sido engendrado en el vientre de María era obra del Espíritu Santo y que no temiera en recibirla.
"Al despertarse,José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado:llevó a María a su casa". (Mt:1-24,25)

Cuando nace el niño,él le pone el nombre de Jesús,como el Ángel le había dicho.
"ella dió a luz un hijo,y él le puso el nombre de Jesús" Mt:1-25
Luego,cuando Herodes tenía intenciones de matar al Niño Jesús y ante otro aviso del Ángel del Señor,José toma a su familia y marcha hacia Egipto.
Por último,con la muerte de Herodes y ante un nuevo aviso del Ángel de Dios,lleva a su familia a instalarse en Nazaret.

Debemos agregar que José acepta a Jesús y lo ama como si fuera hijo suyo.Jesús recibe de José la educación de "padre adoptivo" o "padre terrenal" que este le brinda aprendiendo,entre otras cosas,el oficio de carpintero.


La Virgen María:

Desde el momento de la Anunciación,María es el modelo de entrega a Dios.


En la Anunciación,María se pone en manos de Dios,a su entera disposición.
"Yo soy la servidora del Señor,que se cumpla en mí lo que has dicho" Lc:1-38
María cría y educa a su hijo en medio de una situación difícil y con muchas carencias materiales;pero lo cría y educa con sobreabundancia de amor.

Ella fue vislumbrando lentamente el misterio trascendente de la vida de Jesús,manteniéndose fielmente unida a Él.
"Su madre conservaba estas cosas en su corazón" Lc:2-52


El niño Jesús:

Desde chico,Jesús demuestra que es el Hijo de Dios y que cumple fielmente lo que su Padre le manda.


Como niño,Él obedecía a su madre y a su padre adoptivo,y permanecía siempre junto a ellos.
"vivía sujeto a ellos" Lc:2-51
María y José fueron sus primeros educadores.
Jesús aprende el oficio de carpintero de su padre adoptivo José.
"El niño iba creciendo y se fortalecía,lleno de sabiduría,y la Gracia de Dios estaba con Él" Lc:2-40
Cuando Jesús se queda en el Templo,a los doce años,se puede pensar que desobedece a sus padres y que eso está mal.
No es así,Jesús demuestra en este hecho su plena independencia con respecto a todo vínculo humano cuando está de por medio la Voluntad de su Padre y la Misión que Él le ha encomendado.
"¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?" Lc:2-49


En resumen,en la Sagrada Familia Dios nos muestra la forma de comportarnos de acuerdo al rol que nos toca vivir a cada uno,teniendo a los integrantes de ella como ejemplos de vida.
Dos aspectos se destacan en la vida de la Sagrada Familia:


La Fe en Dios.
La Fidelidad a la Voluntad de Dios.

Estos dos aspectos son los que debemos tener y acentuar nosotros en nuestras vidas.

lunes, 3 de agosto de 2009

San Juan María Vianney: La Oración



Nació en 1786 en Dardilly, cerca de Lyon, de una familia de campesinos muy humilde. De poca aptitud para los estudios (fue rechazado en el seminario) logró ordenarse sacerdote gracias al apoyo constante del párroco de Balley. Sin embargo durante tres años no obtuvo el permiso de sus superiores para poder confesar. Nombrado párroco de Ars, un pueblo de apenas trescientos habitantes, desplegó un celo sobrehumano en la cura pastoral de sus feligreses alejados de la iglesia y en las miles de almas que acudían a él atraídos por su fama de santidad y vida austera. Tras cuarenta y dos años dedicados de forma incansable a la predicación de la palabra, la penitencia (dedicaba más de diez horas al día al confesionario) y la caridad con los pobres, murió en 1859. Fue beatificado en 1905 por Pío X y declarado santo en 1925 por Pío XI. Es el patrono de los párrocos. Su fiesta se celebra el 4 de agosto.

"La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su Criador". (Sermón sobre la oración).

"Con la oración todo lo podéis, sois dueños, por decirlo así, del querer de Dios". (Sermón sobre la perseverancia).

"La oración abre los ojos del alma, le hace sentir la magnitud de su miseria, la necesidad de recurrir a Dios y de temer su propia debilidad". (Sermón sobre la oración).

"Todos los santos comenzaron su conversión por la oración y por ella perseveraron; y todos los condenados se perdieron por su negligencia en la oración. Digo, pues, que la oración nos es absolutamente necesaria para perseverar". (Sermón sobre la perseverancia).

"¡Cuántas veces venimos a la iglesia sin saber a qué venimos ni qué queremos pedir! Sin embargo, cuando se va a casa de cualquiera, se sabe muy bien por qué uno se dirige a ella. Los hay que parecen decirle a Dios: «Vengo a decirte dos palabras para cumplir contigo...». Con frecuencia pienso que, cuando venimos a adorar a nuestro Señor, conseguiríamos todo lo que quisiéramos, con tal de pedirle con fe viva y un corazón puro". (Sobre la oración).

"Nuestras oraciones han de ser hechas con confianza, y con una esperanza firme de que Dios puede y quiere concedernos lo que le pedimos, mientras se lo supliquemos debidamente". (Sermón sobre la oración).

"Hemos de orar con frecuencia, pero debemos redoblar nuestras oraciones en las horas de prueba, en los momentos en que sentimos el ataque de la tentación". (Sermón sobre la oración).

"Por muchas que sean las penas que experimentemos, si oramos, tendremos la dicha de soportarlas enteramente resignados a la voluntad de Dios; y por violentas que sean las tentaciones, si recurrimos a la oración, las dominaremos". (Sermón sobre la oración).

"La tercera condición que debe reunir la oración para ser agradable a Dios, es la perseverancia. Vemos muchas veces que el Señor no nos concede enseguida lo que pedimos; esto lo hace para que lo deseemos con más ardor, o para que apreciemos mejor lo que vale. Tal retraso no es una negativa, sino una prueba que nos dispone a recibir más abundantemente lo que pedimos". (Sermón sobre la oración).

miércoles, 29 de julio de 2009

FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR JORNADA DE LA VIDA CONSAGRADA- Benedicto XVI


Sábado 2 de febrero de 2008



Queridos hermanos y hermanas:

Me alegra mucho encontrarme con vosotros con ocasión de la Jornada de la vida consagrada, cita tradicional que se hace aún más significativa por el contexto litúrgico de la fiesta de la Presentación del Señor. Expreso mi agradecimiento al señor cardenal Franc Rodé, que ha celebrado la eucaristía para vosotros, así como al secretario y a los demás colaboradores de la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica. Con gran afecto saludo a los superiores generales presentes y a todos vosotros, que formáis esta singular asamblea, expresión de la multiforme riqueza de la vida consagrada en la Iglesia.

Al narrar la presentación de Jesús en el templo, el evangelista san Lucas subraya tres veces que María y José actuaron según «la ley del Señor» (cf. Lc 2, 22-23. 39) y, por lo demás, siempre estaban atentos para escuchar la palabra de Dios. Esta actitud constituye un ejemplo elocuente para vosotros, religiosos y religiosas; y para vosotros, miembros de los institutos seculares y de las otras formas de vida consagrada.

A la palabra de Dios en la vida de la Iglesia se dedicará la próxima sesión ordinaria del Sínodo de los obispos. Os pido, queridos hermanos y hermanas, que deis vuestra contribución a este compromiso eclesial, testimoniando cuán importante es poner en el centro de todo la palabra de Dios, de modo especial para quienes, como vosotros, el Señor llama a seguirlo más de cerca. En efecto, la vida consagrada hunde sus raíces en el Evangelio; en él, como en su regla suprema, se ha inspirado a lo largo de los siglos; y a él está llamada a volver constantemente para mantenerse viva y fecunda, dando fruto para la salvación de las almas.

En los inicios de las diversas expresiones de vida consagrada siempre se encuentra una fuerte inspiración evangélica. Pienso en san Antonio abad, impulsado por la escucha de las palabras de Cristo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme» (Mt 19, 21) (cf. Vita Antonii, 2, 4). San Antonio las escuchó como palabras que el Señor le dirigía personalmente a él.

A su vez, san Francisco de Asís afirma que fue Dios quien le reveló que debía vivir según la forma del santo Evangelio (cf. Testamento, 17: FF 116). «Francisco —escribe Tomás de Celano— al oír que los discípulos de Cristo no deben poseer ni oro ni plata, ni dinero, ni llevar alforja, ni pan, ni bastón para el camino, ni tener sandalias, ni dos túnicas..., inmediatamente, lleno del gozo del Espíritu Santo, exclamó: Esto quiero, esto pido, esto anhelo hacer con todo mi corazón» (1 Celano, 83: FF 670. 672).

«El Espíritu Santo —recuerda la instrucción Caminar desde Cristo— ha iluminado con luz nueva la palabra de Dios a los fundadores y fundadoras. De ella ha brotado todo carisma y de ella quiere ser expresión toda Regla» (n. 24). En efecto, el Espíritu Santo atrae a algunas personas a vivir el Evangelio de modo radical y a traducirlo en un estilo de seguimiento más generoso. Así nace una obra, una familia religiosa que, con su misma presencia, se convierte a su vez en «exégesis» viva de la palabra de Dios.

Así pues, como dice el concilio Vaticano II, el sucederse de los carismas de la vida consagrada puede leerse como un desplegarse de Cristo a lo largo de los siglos, como un Evangelio vivo que se actualiza continuamente con formas nuevas (cf. Lumen gentium, 46). En las obras de las fundadoras y los fundadores se refleja un misterio de Cristo, una palabra suya; se refracta un rayo de la luz que emana de su rostro, esplendor del Padre (cf. Vita consecrata, 16).

Por tanto, en el decurso de los siglos, seguir a Cristo sin componendas tal como se propone en el Evangelio ha constituido la norma última y suprema de la vida religiosa (cf. Perfectae caritatis, 2). San Benito, en su Regla, remite a la Escritura como «norma rectísima para la vida del hombre» (n. 73, 2-5). Santo Domingo «por doquier se manifestaba como un hombre evangélico, en sus palabras y en sus obras» (Libellus, 104: en P. Lippini, San Domenico visto dai suoi contemporanei, ed. Studio Dom., Bolonia 1982, p. 110) y así quería que fueran también sus frailes predicadores, «hombres evangélicos» (Primeras Constituciones o Consuetudines, 31). Santa Clara de Asís pone fuertemente de relieve la experiencia de san Francisco: «La forma de vida de la Orden de las Hermanas pobres —escribe— es esta: observar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo» (Regla I, 1-2: FF 2750). San Vicente Pallotti afirma: «La regla fundamental de nuestra mínima Congregación es la vida de nuestro Señor Jesucristo para imitarla con toda la perfección posible» (cf. Obras completas II, 541-546; VIII, 63, 67, 253, 254, 466). Y san Luis Orione escribe: «Nuestra primera Regla y vida ha de consistir en observar, con gran humildad y con amor dulcísimo y ardiente a Dios, el santo Evangelio» (Lettere di don Orione, Roma 1969, vol. II, p. 278).

Esta riquísima tradición atestigua que la vida consagrada está «profundamente enraizada en los ejemplos y enseñanzas de Cristo el Señor» (Vita consecrata, 1) y se presenta «como un árbol lleno de ramas, que hunde sus raíces en el Evangelio y da frutos copiosos en cada época de la Iglesia» (ib., 5). Tiene la misión de recordar que todos los cristianos han sido convocados por la Palabra para vivir de la Palabra y permanecer bajo su señorío.

Por tanto, corresponde en particular a los religiosos y a las religiosas «mantener viva en los bautizados la conciencia de los valores fundamentales del Evangelio» (ib., 33). Al hacerlo, su testimonio da a la Iglesia «un precioso impulso hacia una mayor coherencia evangélica» (ib., 3); más aún, podríamos decir que es una «elocuente, aunque con frecuencia silenciosa, predicación del Evangelio» (ib., 25). Por eso, en mis dos encíclicas, al igual que en otras ocasiones, no he dejado de señalar el ejemplo de santos y beatos pertenecientes a institutos de vida consagrada.

Queridos hermanos y hermanas, alimentad vuestra jornada con la oración, la meditación y la escucha de la palabra de Dios. Vosotros, que tenéis familiaridad con la antigua práctica de la lectio divina, ayudad también a los fieles a valorarla en su vida diaria. Y traducid en testimonio lo que la Palabra indica, dejándoos plasmar por ella que, como semilla caída en terreno bueno, da frutos abundantes.

Así seréis siempre dóciles al Espíritu y creceréis en la unión con Dios, cultivaréis la comunión fraterna entre vosotros y estaréis dispuestos a servir generosamente a los hermanos, sobre todo a los necesitados. Que los hombres vean vuestras buenas obras, fruto de la palabra de Dios que vive en vosotros, y den gloria a vuestro Padre celestial (cf. Mt 5, 16).

Al encomendaros estas reflexiones, os agradezco el valioso servicio que prestáis a la Iglesia y, a la vez que invoco la protección de María y de los santos y beatos fundadores de vuestros institutos, os imparto de corazón la bendición apostólica a vosotros y a vuestras respectivas familias religiosas, y de modo especial a los jóvenes y a las jóvenes que están en período de formación, y a vuestros hermanos y hermanas enfermos, ancianos o en dificultad. A todos aseguro un recuerdo en mi oración.



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domingo, 26 de julio de 2009

Cuando Juan XXIII bautizó judíos


Un grupo de personalidades judías reivindica el compromiso asumido por monseñor Guiseppe Roncalli, luego Juan XXIII, en la Segunda Guerra. Su estratagema salvó a miles de judíos húngaros.

E l regordete monseñor acercó su silla a la del visitante y a media voz le preguntó: ¿Usted cree que los judíos estarían dispuestos a someterse voluntariamente a ceremonias de bautismo?

Desprevenido, el interlocutor tardó unos segundos en responderle hasta que apeló al sentido común: Mire, si eso pudiera llegar a salvar sus vidas, creo que estarían dispuestos a hacerlo ". La réplica del religioso fue instantánea: Ya sé pues lo que voy a hacer .

El diálogo pertenece al entonces Nuncio Apostólico en Turquía, monseñor Giuseppe Roncalli, en 1958 ungido Papa Juan XXIII y apodado más tarde "el Papa bueno", y al delegado en Estambul de la organización de Embarque de los Refugiados de Guerra (War Refugee Board), el norteamericano Ira Hirschmann. Se produjo cuando la Segunda Guerra Mundial estaba en su apogeo, y dio paso a una de las mayores operaciones de rescate de judíos del horror del nazismo.

Fue lo que algunos denominan "Operación Bautismo", un plan para bautizar a judíos húngaros: gracias a estos certificados de haber recibido el sacramento, muchos evitaron ser enviados a los campos de concentración.

Según testimonios dados ante los tribunales de Nüremberg, esto permitió salvar a 24.000 judíos, aunque fuentes católicas afirman que se dispensaron unos 80.000 certificados.

Sin embargo, para aquellos a quienes este recurso recuerda la conversión forzada de judíos, la administración del sacramento no sería un requisito sine qua non para obtener el certificado. De ser necesario, se fraguaría. Tampoco obligaba a los bautizados a profesar el culto católico. Según la formula elegida por el Nuncio Apostólico en Turquía y el embajador Hirschmann, diplomáticos al fin, de los judíos bautizados dependería después decidir si deseaban permanecer en la Iglesia o no.

Monseñor Roncalli no parecía estar improvisando ante Hirschmann, sino que hacía tiempo que venía concibiendo el plan. De hecho, le dijo a su visitante que tenía razones para creer que algunos certificados de bautismo ya habrían sido otorgados por religiosas de la congregación de Hermanas de Sión a judíos húngaros. E incluso que los nazis habrían reconocido esos documentos como válidos para que sus portadores abandonaran Hungría.

La última parte de la reunión estuvo dedicada a delinear los primeros pasos con vistas a la implementación del "Operativo Bautismo". Consistían en que miembros de la comisión de refugiados tomaran contacto con dignatarios de la Iglesia en Hungría. Organizarían en conjunto los bautismos a gran escala de judíos, que muchas veces terminarían celebrándose en lugares poco ortodoxos, como los refugios antiaéreos de Budapest. El plan pergeñado por Roncalli -quien años más tarde, como Papa, convocaría a un Concilio, el Vaticano II, que actualizó el catolicismo- fue la acción más importante del futuro Juan XXIII, pero no la única, de una serie de gestiones, entre las que sobresale la canalización de certificados de inmigración a Palestina.

A contracorriente

Lo llamativo es que según la historiografía eclesiástica, Roncalli no era considerado un diplomático brillante.

Baruj Tenenbaum asegura, incluso, que el futuro Papa fue enviado a la Nunciatura de Estambul castigado luego de haberse malquistado con sus superiores por haberse opuesto a Benito Mussolini. Más aún: hay quienes afirman que el siguiente traslado de Roncalli a la Nunciatura de París, aunque para él significó un ascenso, tuvo para el Vaticano un sentido muy distinto: desairar al gobierno de Francia, que presionaba por una figura afín al régimen, con otro "diplomático poco brillante".

La actitud del futuro Papa, en contraste con cierta condescendencia hacia el nazismo que algunos sectores de la comunidad internacional le achacan a su antecesor, Pío XII, ha llevado a un grupo de personalidades de origen judío, encabezadas por un argentino, Tenenbaum - pionero del diálogo judeo-católico -, a lanzar una campaña mundial en favor del reconocimiento de Juan XXIII.

Esta incluye la creación de una distinción que llevará el nombre de Roncalli, destinada a los diplomáticos que se destaquen por sus obras humanitarias, entre otras iniciativas. También se emitirán sellos postales alusivos a la personalidad del extinto pontífice, se plasmarán murales recordatorios, se dictarán cursos sobre su obra y hasta se organizarán concursos en torno a su figura. Además de la creación de una página en Internet.

A nivel nacional, Tenenbaum -quien preside la Fundación Internacional Raoul Wallenberg , que lleva el nombre de otro diplomático, pero sueco, desaparecido hacia el final de la guerra, al que también se le adjudica haber salvado a muchos judíos del Holocausto- es acompañado en esta iniciativa por el presidente de la Confederación Israelita de la República Argentina, rabino Simón Moguilevsky , entre otras personalidades judías.

La campaña ya fue presentada al secretario de Estado del Vaticano, cardenal Angelo Sodano, con ocasión de la última visita que el purpurado hizo a la sede de la ONU, en Nueva York. Otro tanto hicieron los organizadores en Alemania ante el presidente de ese país, Johanes Rau. El siguiente paso es presentarla ante el propio Papa Juan Pablo II, para lo cual se están haciendo los arreglos correspondientes.

El gesto actual se produce en momentos del viaje de Juan Pablo II a Israel y su pedido de perdón a la comunidad judía por la indiferencia de algunos católicos frente al antisemitismo y permitirá una nueva y esperanzada etapa en las relaciones judeo-católicas.

sábado, 25 de julio de 2009

NUEVA ERA vs. BUENA NUEVA



La perversa trampa de la New Age contra la Fe y la Iglesia

Con aprobación Eclesiástica. ARQUIDIÓCESIS PRIMADA DE MÉXICO, CANCILLERÍA:

"Nihil Obstat". Pbro. Dr. Federico Altbach Núñez, Censor Eclesiástico (28 febrero 2008).
"Imprimatur". Mons. Guillermo Moreno Bravo, Vicario General (14 mayo 2008).
"In Fidem". Pbro. Juan de Dios Olvera, Canciller.

[Con sello de la Cancillería, Arzobispado de México, y nota importante para la publicación]
¿Qué es la New Age (Nueva Era)?
Es un fenómeno y movimiento sociocultural que se presenta en el mundo occidental que mezcla con el cristianismo distintas religiones, cultos, corrientes filosóficas, doctrinas, ideologías, prácticas, terapias, etc. y promueve la próxima llegada (astrológica) de la "era de Acuario" (un tiempo de aparente paz, bienestar y armonía mundial), en sustitución de la "era de piscis" (2,000 años de conflicto, guerra y destrucción). Entre dichas creencias o visiones están el orientalismo, el esoterismo, la medicina alternativa, el ocultismo, el relativismo, el sincretismo religioso, el paganismo, etc.

Los promotores de la New Age trabajan -sigilosa y abiertamente- porque la religión y la Iglesia Católica lleguen a su fin (al asociarle con la era de piscis y "no haber resuelto los problemas más importantes del género humano").

En ésta nueva era, sostienen, se daría la unión de todas las religiones en una sola, los países se organizarían de una manera diferente bajo un sólo gobierno, y aparecería un líder político-religioso-espiritual mundial llamado "Maitreya" ("autodenominado "el Instructor Mundial") al cual todos deberemos seguir u obedecer. Esta persona sí existe, vive en la India, realiza milagros, cuenta con importantes vínculos políticos y poder económico y se ostenta como "el Mesías" o "el Cristo". No es un mito.

Dicho movimiento comenzó en la década de los '60 en Estados Unidos y Europa por motivaciones políticas, y hoy está muy vigente en cientos de naciones, incluido México.
Acerca de la obra:
El documento, fruto de una larga investigación de más de diez años con base en reportes, notas de prensa, libros, publicaciones e informes oficiales, identifica los orígenes ocultistas, los errores doctrinales y los nombres de aquellas personas y organizaciones políticas, económicas, sociales y culturales que promueven y comulgan con el fenómeno denominado New Age (Nueva Era). Advierte, además, sobre los enormes riesgos que sus tesis, creencias, prácticas y terapias alternativas psicofísico-místico-mágico-esotérico-espirituales suponen para sus consumidores y adeptos. En definitiva, pone en evidencia, sin rodeos ni ambigüedades, cuáles son los peligros que tales procedimientos conllevan para nuestra alma y cuerpo, fe y pertenencia a la Iglesia Católica fundada por Jesucristo.

El libro seguramente le será de gran utilidad a modo de guía o referencia para el discernimiento de todo aquello que forma parte del movimiento Nueva Era. Tras su estudio, como católico comprometido con Dios, con su patria, con su familia y con su comunidad, no podrá (o más bien no deberá) permanecer indiferente más tiempo ante esta superherejía dirigida por Satanás. Pero si no sabía nada sobre el tema, su lectura le causará una gran conmoción que le llevará a preguntarse seriamente si están o no usted y los suyos en el camino correcto que Nuestro Señor quiere para su vida y... su Salvación.